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Pequeñas reparaciones para los siniestros de frecuencia en el hogar

Pequeñas reparaciones en el hogar | Grupo Avanza

Fontanería, climatización, pintura, cerrajería… En muchos hogares, por desgracia, las averías de este tipo son demasiado familiares. Según los datos obtenidos por #AvanzaRepara, nuestra división especializada en la gestión y reparación de siniestros en el Sector Asegurador, las reparaciones más solicitadas están relacionadas con daños por agua (29%), como rotura de tuberías o filtraciones, y un 21% de las averías se derivan de problemas eléctricos. Los daños por impacto, el desgaste de pintura en paredes y techos, y la reparación de sistemas de aire acondicionado y calefacción también suelen ser partes frecuentes a los seguros del hogar.

Hay tantas cosas dentro de la vivienda que es muy difícil que todas ellas sobrevivan a los desperfectos más comunes. Estos son los 8 tipos de siniestros de frecuencia en el hogar:

  • Fontanería: Las reparaciones relacionadas con la fontanería son bastante comunes, como la reparación de fugas de agua, la reparación o sustitución de tuberías, la reparación de grifos y la solución de problemas en sistemas de calefacción y calentadores de agua.
  • Electricidad: Las reparaciones eléctricas también son frecuentes, como la reparación de cortocircuitos, la instalación o reparación de enchufes, interruptores y lámparas, y la solución de problemas en el cableado eléctrico.
  • Pintura: Las paredes y techos suelen requerir repintado debido al desgaste, manchas o daños causados por humedad. La pintura es una de las formas más comunes de renovar y mejorar el aspecto de una vivienda.
  • Carpintería: Las reparaciones relacionadas con la carpintería incluyen la reparación de puertas y ventanas que no cierran correctamente, la sustitución de bisagras o manillas, y la reparación de armarios y muebles dañados.
  • Albañilería: Las reparaciones en albañilería pueden ser necesarias para arreglar grietas en paredes o suelos, reemplazar azulejos rotos, reparar el sistema de drenaje o solucionar problemas de humedad.
  • Cerrajería: Los problemas con las cerraduras, como llaves atascadas o cerraduras averiadas, son reparaciones comunes que requieren la intervención de un cerrajero profesional.
  • Aire acondicionado y calefacción: La reparación de sistemas de aire acondicionado y calefacción es frecuente, especialmente antes de la llegada de las temporadas de calor y frío, respectivamente.
  • Impermeabilización: Las filtraciones de agua en techos y terrazas son problemas habituales que requieren impermeabilización para evitar daños mayores.

 

“Manitas” profesionales

Con más de 10 años de experiencia en el Sector Asegurador, conocemos de primera mano estos siniestros frecuentes en los hogares y sabemos que dar una respuesta rápida y una solución efectiva es la mejor cobertura.

En Grupo Avanza contamos con un equipo técnico multigremio que se encarga tanto de arreglos simples como de reparaciones más complejas. Y, aunque la mejor forma de evitar los problemas en la vivienda es hacer un buen uso y mantenimiento, cuando la avería es inevitable se puede recurrir a estos consejos:

Arreglar un grifo que gotea

Con el tiempo las juntas de las griferías pierden su eficacia, lo que provoca un goteo permanente. Es contraproducente intentar cerrar el grifo con fuerza para oprimir el goteo, dado que dañaremos más la junta y se deteriorará con mayor rapidez. La solución es cambiar la junta de cierre, una pieza de goma circular que encontraremos al retirar el embellecedor. La podremos extraer bien a presión o, normalmente, a rosca. Si tras cambiar la junta continúa goteando el grifo, la avería se traslada a otras piezas como el rompechorros o el aireador que están enroscadas al caño y puede que se hayan ensuciado con la cal del agua. Si sabemos localizarlas, las limpiaremos bien y si fuera necesario las sustituiremos.

Arreglar la cisterna del lavabo

La cisterna es la encargada de suministrar agua al inodoro mediante una válvula de carga que se activa al estirar de la cadena. Lógicamente si la cisterna se rompe o deja de funcionar, el retrete queda inhabilitado ocasionando dificultades en el hogar. Lo habitual es que se trata de una fuga y en este caso tendremos que comprobar si la fuga está en la parte trasera del depósito o en la zona inferior.

Cambiar un enchufe

Cuando un enchufe del hogar comienza a dar problemas, lo mejor es reemplazarlo por otro nuevo. Esto suele ocurrir debido al uso continuado del mismo, especialmente si al retirar la clavija de los enchufes lo hacemos tirando del cable bruscamente, lo que puede provocar cortocircuitos. El primer paso será comprar un nuevo enchufe (lo mejor es llevar el antiguo a la tienda de electricidad para que te den el correcto). Cuando vayamos a empezar a manipular la corriente, cortaremos el suministro de electricidad. Después, desatornillaremos y retiraremos la tapa central del enchufe; algunas piezas son armazones de vista sujetados a presión que tendremos que retirar aplicando algo de fuerza. Una vez lleguemos hasta la estructura metálica interna del enchufe, la extraeremos con cuidado desatornillando los tornillos que la sujetan a la pared y después haciendo palanca con un destornillador plano. Llegados hasta aquí verificaremos las conexiones entre cables y conductores: comprobaremos que están todos los cables bien sujetos, que no se ha soltado ninguno y que existe una buena conexión entre los tornillos y el alambre pelado de cada cable. Si observamos que está todo bien conectado y sigue fallando el enchufe, o que se ha producido alguna fundición o cambio de color anormal, entonces procederemos a la sustición por el nuevo. Desatornillaremos todos los cables, extraeremos el enchufe antiguo y volveremos a empalmar los cables en el enchufe nuevo. El cable a tierra (color amarillo y verde) debe conectarse con el tornillo central. Los otros dos no respetan ningún orden. Hecho esto, vuelve a colocarlo todo en la pared y arma toda la carcasa del enchufe y verifica que funciona.

Eliminar humedades

Tendremos que buscar el origen del problema. Normalmente es muy común en invierno debido a la lluvia, el viento y la humedad exterior. En este caso tendremos que rascar primero el trozo de pared afectada para que salte la pintura carcomida. Después esa zona la repasaremos con un trapo humedecido con lejía (¡para desinfectar!) Hecho esto, aplicaremos diferentes productos de pintura para evitar que filtre de nuevo la humedad. Estos productos pueden ser: primero, un promotor de adherencia (que ayudará a absorber y fijar la pintura después). Una vez secado, aplicaremos la pintura deseada (teniendo en cuenta si es de exterior, interior, etc). Y finalmente, una vez secada esta segunda capa, podemos aplicar un hidrorrepelente para evitar problemas de exterior. ¡Listos! Si el origen de la humedad es otro, como por ejemplo la filtración de agua a través de la ducha o una tubería... tendremos que realizar los mismos pasos y además sellar bien todo el plato de la ducha, etc.

Recuperar la luz después de un corte

También relacionado con la electricidad del hogar, otra avería común es el corte de suministro de luz tras un fallo eléctrico. Veamos cómo revisar los fusibles tras un corte de luz. Lo más frecuente es que al abrir el cuadro eléctrico (que suele estar en la entrada del piso), veamos que el interruptor de control de potencia o ICP (que aparece en solitario a la izquierda) se ha inhabilitado automáticamente. Esto ocurre porque nuestra compañía suministradora controla el máximo consumo de electricidad que podemos llevar en casa y si cargamos la red con muchos aparatos eléctricos encendidos, este interruptor salta solo. La solución es volverlo a poner hacia arriba y, claro está, desenchufar alguno de los aparatos eléctricos del hogar para que no vuelva a pasar. Si el percance persiste puede que haya sido un apagado general del vecindario y deberéis llamar a vuestra compañía.